Definimos al ser humano como un ser biopsicosocial y, desde esta concepción, la atención temprana busca incidir terapéuticamente y de forma interdisciplinar sobre los trastornos del desarrollo del niño y sus causas, sean éstas biológicas, relacionales y/o ambientales. La epigenética es la mediadora en este diálogo entre naturaleza y ambiente, entre genética y crianza. Esta nueva disciplina empieza a explicar cómo las experiencias relacionales tempranas, incluso prenatales, se incrustan en el ADN del bebé y modulan el funcionamiento de sus genes, condicionando el desarrollo de su cerebro en formación y su configuración hacia la salud o hacia la patología. Así, a los factores genéticos etiológicos o de riesgo, escritos en el ADN del niño, debemos sumar los factores o marcas epigenéticas que el ambiente, la madre y las relaciones de apego dejarán sobre este ADN a lo largo del desarrollo temprano, en especial los tres primeros años de vida, cuando el bebé es un ser absolutamente vulnerable y dependiente, y su cerebro y sistema nervioso están en pleno Big Bang de desarrollo. En esta presentación veremos cómo una crianza sintónica a las necesidades del niño, que permita la construcción de una base segura, favorecerá un neurodesarrollo en equilibrio y saludable.

Una mirada desde los profesionales, los CDIAP y las organizaciones que los representan (ACAP, UCCAP y GAT) sobre la trayectoria de la atención temorana a lo largo de los años, los avances conseguidos y los principales retos a los que nos tendremos que enfrentar en el futuro.