Aunque el virus apenas afecta a los bebés de una manera directa, les afecta indirectamente a través de los cambios en el entorno, de las repercusiones en sus familias y en los profesionales. La situación social de inquietud, incertidumbre, preocupación, se traslada también a las personas que conviven dentro de la unidad neonatal. Los profesionales deben afrontar muchos cambios, tanto en las dinámicas asistenciales como, sobre todo, en la organización laboral. Las familias deben afrontar las restricciones impuestas por la "nueva normalidad" de los hospitales. Sin embargo, profesionales y familias se esfuerzan para seguir ofreciendo la mejor atención a los bebés y, incluso, aprovechar las oportunidades de mejora, pocas, que ha aportado la COVID.

La necesidad de coordinación entre los equipos de profesionales de diferentes dispositivos del ámbito territorial de Girona, que atienden a los niños y adolescentes que sufren cualquier trastorno del desarrollo o discapacidad, o que tienen el riesgo de padecerlo, ha propiciado que los distintos equipos de atención especializada adscritos a los departamentos de Salud, Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, y Educación de la Generalitat de Cataluña apliquen coordinadamente un protocolo de actuación común. La finalidad de este protocolo es mejorar la atención de este colectivo de niños y sus familias, asegurando una coordinación eficaz de los profesionales de las diferentes instituciones implicadas durante el proceso terapéutico y favorecer el trabajo interdisciplinario y el trabajo en red .

El duelo perinatal, como lo describe Ana Pia López, es "un secreto dentro de un misterio". La muerte perinatal del feto, durante el embarazo, el parto o después del nacimiento, desencadena reacciones de duelo en los padres y situaciones complejas a la hora de ser trabajadas por los profesionales. Muy a menudo son duelos que están muy poco considerados, que someten a los padres "sin hijo" a una experiencia difícil de elaborar, provocando un sufrimiento psicológico que no suele ser acompañado. No es hasta 1976 que Benfield estudia las respuestas de los progenitores frente a la pérdida. Esta pérdida no deja indiferente tampoco a los profesionales. Reconocer la responsabilidad que supone hacer un acompañamiento que permite cuidar física y emocionalmente a los padres les ayuda a asimilar lo que han vivido para poder iniciar un proceso de duelo.

El ingreso de un bebé en Neonatos, sea prematuro o no, supondrá entrar por un camino vital, para el bebé y para sus padres. Esto puede suponer unos efectos colaterales, de carácter emocional y víncular, que pueden sumarse y agravar el pronóstico del estado físico. En estos primeros momentos, cuando las emociones son tiernas y la relación padres-hijo se está forjando, es el momento de intervenir, antes de que las angustias, miedos y dolor creen un blindaje impenetrable que al bebé le sería difícil de desmantelar para encontrar la calidez primaria.